Os comentaba esta mañana que no es sencillo ordenar un programa de necesidades tan complejo como el que tenemos. Un buen recurso en este tipo de situaciones suele ser mirar otros. Para seguirlos, para plantear alternativas, para establecer otro tipo de jerarquías, para completarlos rellenando omisiones... En definitiva, para ir acotando nuestro propio planteamiento.
Las bases de los concursos son un buen termómetro de cómo entienden y valoran los usuarios finales de la arquitectura, la organización de su propia actividad. No son ley, y mucho menos solucionan el problema del proyecto. Pero es necesario conocerlas bien, sobretodo para tomar la decisión de cumplirlar escrupulosamente o bien saltarsela por algún motivo de orden superior.
Las bases de los concursos son un buen termómetro de cómo entienden y valoran los usuarios finales de la arquitectura, la organización de su propia actividad. No son ley, y mucho menos solucionan el problema del proyecto. Pero es necesario conocerlas bien, sobretodo para tomar la decisión de cumplirlar escrupulosamente o bien saltarsela por algún motivo de orden superior.
Os dejo a continuación los dos enlaces que mencionaba a dos concursos convocados en los últimos días relativos a un par de facultades universitarias en Sevilla. Únicamente para que comprobeis la complejidad con la que tratamos, las prioridades que se establecen y la estructura organizativa a la que debemos responder:
http://servicio.us.es/contratacion/Licitaciones/1100742.htm
http://servicio.us.es/contratacion/Licitaciones/1100735.htm
http://servicio.us.es/contratacion/Licitaciones/1100735.htm
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